La Penya está de dulce. La Penya engancha, ilusiona. Excelente inicio de temporada para el conjunto verdinegro que, tras diez partidos disputados, tan solo ha perdido en dos de ellos (invicto en Eurocup). Lejos de las estadísticas, el conjunto dirigido por Carles Durán está mostrando inmejorables sensaciones.
No hace falta decir que
en Badalona el baloncesto es mucho más que un deporte, una forma de vida. La
ciudad respira basket y este año se muestra alegre y confiada con el buen
trabajo realizado en la confección de la plantilla.
El Joventut ha sabido reponerse
como si nada de la perdida este verano de dos jugadores muy importantes el
curso pasado, Neno Dimitrijevic y Xabi López-Arostegui. Y ahí reside la magia
de este equipo, la cantera. Que se marchan Neno y Xabi, pues aparecen los Joel Parra,
Pep Busquets o Zsombor Maronka. Cómo dice el coach Durán: “Sin los chicos no
somos el Joventut. Lo seguiré defendiendo hasta el último día en que dejen de
confiar en mí. Los chavales son la clave”.
La mezcla de grandes
jugadores junto a gente de calidad de la casa, de jugadores jóvenes y veteranos,
han hecho que la plantilla de este año sea amplia y esté muy compensada.
En el puesto de base, el
regreso de Guillem Vives a casa ha sido todo un acierto. Sin la espectacularidad
de Dimitrijevic, pero sí con una serenidad y solidez en la dirección que le está
sentando de lujo a los badaloneses. Se ha acoplado como si no se hubiera
marchado nunca y su buen hacer tanto en defensa como en ataque es uno de los
factores de este gran inicio de campaña. Sus 11 puntos y 3,6 asistencias así lo
atestiguan. Su recambio, el joven dominicano Andrés Feliz está cumpliendo su
cometido a la espera de los lesionados Ferrán Bassas y Artur Zagars.
Los escoltas y aleros del
equipo son una batería amplia de recursos. La clase y veteranía de Pau Ribas,
la garra del capitán Albert Ventura, la irrupción de Pep Busquets, con su energía
a los dos lados de la cancha y que dará mucho que hablar en un futuro muy
cercano. La confirmación de un gran jugador y de la casa como Joel Parra, unido
al americano Brandon Paul al que las pequeñas lesiones que ha tenido no están
dejando ver, por el momento, su mejor versión, hacen que Durán pueda hacer
rotaciones sin que el nivel en cancha disminuya.
La Penya en posiciones
interiores ni mucho menos desentona. En el puesto de cuatro, el eslovaco Vladimir
Brodziansky, con una mano prodigiosa en el lanzamiento exterior y el estadounidense
de Louisville Derek Willis, gran refuerzo y con buen juego cerca del aro hacen
una pareja de ala-pívots muy interesante. Dos jugadores muy diferentes que
juegan en una misma posición, pero que constatan una seria amenaza para el
conjunto rival. Sin duda, una gran pareja de cuatros.
En el puesto de pívot
destaca un jugador que podría hacerlo en algún equipo de Euroliga, el croata
Ante Tomic. El veterano jugador, tiene una gran visión de juego y su experiencia,
puntos y rebotes se hacen indispensables para el conjunto verdinegro. Si Ante
aporta veteranía, el otro cinco o center el equipo, el sueco Simon Birgander,
aporta su vitalidad e intimidación. Como ocurre en la posición de cuatro, los
pívots son muy diferentes, pero se complementan perfectamente el uno al otro.
Con todo este arsenal, la
Penya puede hacer algo grande este año. Por el momento, el aficionado verdinegro
se muestra ilusionado y si cotizara en bolsa, compraría acciones de su equipo,
porque éstas cotizan al alza.