¿Quién no ha escuchado alguna vez, que segundas partes nunca fueron buenas?. Pues bien, el regreso de Ricky Rubio a los Minnesota Timberwolves es ya un hecho. El base del Masnou volverá a la que fue su casa durante seis años y de la que marchó en el año 2.017. Regresa tres años después, con la intención de asentarse, ser un referente en el equipo y decidido a que segundas partes sí puedan serlo.
Ricky, tras una buena temporada en Phoenix, en
la que los Suns estuvieron a punto de entrar en los Playoffs, vio cómo de la
noche a la mañana era traspasado a Oklahoma City Thunder, por el base All Star,
Chris Paul. Dos días más tarde, en la noche del Draft, era rescatado por
Minnesota. Tres equipos, en tres días. Así es el mundo NBA.
El caso de Ricky debe ser signo de estudio. Un
base aplicado, nada egoista, que hace mejores a sus compañeros, pero que no ha
tenido la confianza suficiente para poder seguir liderando dos proyectos muy
prometedores de la Conferencia Oeste, cómo son los de Utah Jazz y Phoenix Suns.
Quizás su inconsistencia en el lanzamiento exterior (mejorada los últimos años
con la ayuda de Raúl López), haya podido ser una de las claves.
A sus 30 años y tras proclamarse campeón del
mundo y ser el MVP del torneo con la Selección Española el verano pasado,
parece haber encontrado una madurez y regularidad, que le vendrán de perlas a
los de Minneapolis.
El equipo dirigido por Ryan Saunders (hijo del mítico y ya
fallecido, Flip Saunders que entrenara a los Timberwolves de Kevin Garnett, Latrell
Sprewell y cía), debe de dar un salto de calidad este año y ser un contender a
equipo revelación del año.
Pero para que ésto suceda, aparte de Ricky, se deben sumar para la causa otros
jugadores. Uno de ellos, debe ser sin duda, el flamante nº 1 del Draft, Anthony
Edwards. Con 19 años, proveniente de la Universidad de Georgia, el
escolta-alero, sin duda, se verá beneficiado por las asistencias recibidas por el base español. Devin Booker, éste pasado
año, puede dar fe de ello.
A Edwards, hay que incluir nada más y nada
menos que a dos All Star, cómo son D´Angello Russell y Karl Anthony Towns. Dos
jugadores bastante jóvenes, pero con ya gran experiencia en la Liga. El escolta
deberá aportar puntos e intensidad al equipo. El pivot por su parte, tendrá que
dar un paso adelante. Sin duda, ésta debe ser sú temporada. Por fin estará
rodeado de jugadores que le deben hacer crecer.
Si a todo esto, se le suman jugadores cómo
Layman, Okogie o quizás también Juancho Hernangomez, saliendo desde el
banquillo, nos encontramos que los Timberwolves deben conseguir muchas más
victorías que en campañas anteriores.
Ricky, bajo mi punto de vista, vuelve a uno de
los mejores lugares dónde puede estar, una vez los Suns se han desprendido de
él. Conoce la indiosincracía de la franquícia, es respetado y sobretodo es muy
querido por los seguidores de los Timberwolves. Sin duda, regresa decidido a
demostrar que segundas partes sí pueden ser buenas.