Se cumplieron los pronósticos y habrá final Barça-Madrid para saber quién se corona como campeón de la Liga ACB. De la mano de unos sensacionales Calathes y Gasol, el equipo dirigido por Jasikevicius derrotó en el tercer partido de la serie a un buen Lenovo Tenerife por 89 a 72 que pagó cara su derrota. Con este resultado los de Saras disputaran este domingo en el Wizink Center el primer partido de la final.
La puesta en escena en el
partido de Lenovo Tenerife fue perfecta. Los de Vidaurreta, atacando a los
azulgranas desde la línea de 6,75, consiguieron las primeras ventajas en el
marcador. Doornekamp (por 2 veces) y Cavanaugh colocaron por delante a los
suyos (5-9 minuto 2). El inicio visitante había sido magnífico, pero los de
Saras no se pusieron nerviosos y con un parcial de 8 a 0, tomaron las riendas
del partido (13-9 minuto 5).
En este primer cuarto el
dúo Marcelinho-Shermadini no aparecía como en el partido disputado el pasado
miércoles, pero un excelso Doornekamp (9 puntos en 5 minutos) se bastaba para
mantener a raya a los locales (17-16 minuto 7).
En este preciso momento,
entró Pau Gasol en cancha. Desde el primer momento se le vio muy motivado y el
juego azulgrana se benefició de ello. Gasol curtido en mil batallas, siendo
clave en partidos de gran trascendencia tanto en la NBA, como con la Selección
Española, dio un aire fresco a los de Saras. El de Sant Boi, que cada partido
que pasa ofrece una mejor versión, convirtió un dos más uno, que aventajó a los
suyos 23-21, marcador con el que acabaría este primer acto.
El recital de Pau siguió
al comienzo del segundo cuarto. Con dos triples consecutivos, ponía la máxima
ventaja hasta el momento (29-23 minuto 12). Sin embargo, Tenerife no se dejó
amedrentar. Lenovo muy concentrado en todo momento, anotaba tanto en la
pintura, como desde el lanzamiento exterior y no dejaba marchar a los locales.
Gasol volvió al
banquillo, pero regresó a pista Nick Calathes. El director de orquesta culé
sustituyó a un desdibujado Bolmaro y con un par de asistencias consecutivas a
Rolands Smits, colocaba el 38 a 31 en el ecuador del segundo cuarto. Vidaurreta
se veía obligado a pedir tiempo muerto y arengar a los suyos.
El Barça amenazó con
marcharse en el marcador, tomando ventajas que rondarían los diez puntos de
diferencia, pero la dupla Huertas-Sherminator comenzó a carburar y redujeron la
diferencia hasta el 46 a 39, con el que los dos equipos marcharían al descanso.
Gasol acababa como máximo anotador del encuentro hasta el momento con once
puntos en su haber.
El arranque de tercer
cuarto no cambió el guion del partido. Los mejores jugadores en la primera
parte lo seguían siendo en la segunda. Gasol y Calathes guiaban a los locales
hacia la final y Doornekamp mantenía a los suyos dentro del partido (55-45 minuto
25).
El ritmo anotador estaba
siendo alto y esto no beneficiaba a Tenerife. En un combate a golpes saldría
perdiendo por la mayor calidad de los culés. Los exteriores azulgranas
(Abrines-Kuric) no estaban teniendo su día, pero el primer triple anotado por
el de Indiana colocó un 60-45 (minuto 27) que amenazaba con romper el partido.
Marcelinho no se sentía
cómodo con la defensa ejecutada por los de Saras y todo el juego tinerfeño se
resintió. Los de Vidaurreta sufrían sangre, sudor y lagrimas para conseguir una
canasta, anotando tan sólo en este tercer acto once puntos. Merced a esa gran
defensa, el Barça acabaría este tercer periodo con una ventaja de dieciocho
puntos (68-50). El partido parecía decidido, pero restaban diez minutos por
disputar en el que podría pasar de todo.
Tenerife arrancó el
último cuarto más activo, intentando echar el resto para poder acercarse en el
marcador y vaya sí lo consiguió. Lenovo demostró porque acabó tercero en
temporada regular y con sendos triples de Doornekamp (otra vez él) y Salin
logró reducir la ventaja (72-60 minuto 33), con todo un mundo por disputar.
Pero hasta ahí llegó la
reacción visitante. Oriola (sí, Oriola), aprovechó el tiempo que Saras le
mantuvo en pista y con un dos más uno volvió a calmar a la parroquia culé que
vio como los suyos administraban la ventaja en los minutos finales y ganaban el
partido por 89 a 72, metiéndoles en la gran final. Cabe destacar la ovación que
se llevó del Palau llegando a la medianoche Marcelinho Huertas, que sigue siendo
muy querido por la afición azulgrana.